miércoles, 1 de junio de 2016

ASOCIACIÓN     DE    NEUROAPRENDIZAJE    COGNITIVO
ESPACIO    NAMASTÉ
CURSO: COACHING EN NEUROPEDAGOGÍA
TEMA DEL TRABAJO: EL NUEVO PARADIGMA EDUCATIVO: LA NEUROPEDAGOGÍA.
TÍTULO: “A MÍ NO ME ENSEÑARON A TRABAJAR CON CHICOS ASÍ”
Autor: Verónica Cárdenas Mail: cardenas_veronica06@yahoo.com.ar Docentes a cargo del curso: Nse. Prof.Rosana Fernández Coto                            Prof. Graciela Marchetti
Fecha de entrega: 20 / 11 / 14 El nuevo paradigma educativo: La Neuropedagogía “A mí no me enseñaron a trabajar con chicos así” Introducción A mí no me enseñaron a trabajar con chicos así… No sé… No prestan atención…Ya hice todo… Yo siempre lo trabajé así y no voy a cambiar justo  ahora… La experiencia de recorrer distintas escuelas en los últimos años, me ha permitido identificar “problemáticas comunes” acentuadas por parte de la mayoría de los docentes a través de sus “quejas”. Siempre aluden a sentimientos de “desamparo”, asociados a la convicción profunda de no ser entendidos, atendidos, escuchados y acompañados en su “ardua tarea”. Sus lamentos expresan la sensación de haber caído en una especie de trampa que consiste en que los prepararon para hacer algo que no es lo que tienen que hacer y que, a su vez, nadie escucha cuando lo dicen, con palabras o con síntomas. ¿Cuántas veces escuchamos estas frases? “Ya lo expliqué”, “Si tiene un hermano integrado, él también tiene problemas”, “O sabés o no sabés”, “En este salón a nadie le interesa nada”…
Si todo lo que hicimos hasta ahora no ha dado resultado ¿Por qué no hacer algo diferente? Estamos aquí para aprender y todos los recursos que necesitamos para nuestro cambio y / o desarrollo están dentro nuestro. “Ese es el desafío más importante de nuestros días: llegar a conocer nuestro mundo interior, nuestras potencialidades y nuestras pobrezas individuales, y trabajar duro para lograr autogestionarnos.”(1) ¿Es esto posible? Yo creo que sí, aunque no es fácil despojarnos de nuestras creencias, de los paradigmas limitantes y de la resistencia al cambio. Todo depende de nuestra voluntad y decisión."Sapere aude" es una expresión que proviene del latín y significa "atrévete a saber" o "ten el valor de usar tu propia razón, de tener criterio, de tomar decisiones, de actuar en forma autónoma. En síntesis, de ser dueño de tí mismo". (2) “Nuestro gran desafío como educadores del siglo XXI, se pueden resumir en tres postulados: El primero ya lo nombré, es conocernos a nosotros mismos como individuos y como capacitadores. El segundo es conocer cómo funciona y cómo aprende el órgano del aprendizaje, es decir, el cerebro, cómo se logra un ambiente óptimo para el aprendizaje y cómo se activa el proceso de recompensa cerebral para poder “llegar” y motivar a todas las personas que capacitamos. En tercer lugar, estimular el desarrollo de las capacidades cognitivo-intelectuales y cognitivo-emocionales.”(3) No podemos dejar pasar esta oportunidad que nos brindan la neurociencia cognitiva y la PNL de descubrir los fundamentos neurofisiológicos que tiene nuestro cerebro, para que podamos “educarlo”. Las neurociencias cognitivas reúnen a todas las disciplinas que estudian el sistema nervioso, y especialmente el cerebro, desde distintas perspectivas. La neurociencia cognitiva es una rama de las neurociencias que estudia las bases neurológicas de las capacidades cognitivas, y el neuroaprendizaje, en particular, estudia el cerebro “como órgano del aprendizaje”, con el fin de contribuir a que cada educando pueda desarrollar sus potencialidades cognitivo-intelectuales y emocionales al máximo. Desarrollo EL MIEDO… No puedo avanzar sin hacerme esta pregunta: ¿Por qué tenemos tanto miedo al cambio? “Tendemos a evitar el cambio por temor a lo desconocido  y guarda una relación con un instinto ancestral de supervivencia. Cambio no es sinónimo de peligro, para aprender y crecer es necesario enfrentar lo desconocido, dejar la zona de confort consolidada en antiguas redes hebbianas y difíciles de
“desarmar”. Se conformaron con muchas repeticiones y por estar asociadas con una gran emoción”. “Si cambio, no sé lo que me sucederá”. El downshifting es una respuesta al entorno amenazante: un período durante el cual nuestros cerebros primitivos se refugian en una etapa evolutivamente anterior, como una defensa prosupervivencia. Las consecuencias son las reacciones emocionales: lucha ofensiva, lucha defensiva, huida, sumisión o inhibición de la acción. Cuándo no damos el primer paso para el cambio ¿Con cuál de estas reacciones nos identificamos? En esta etapa nos encontramos como los ratones de la metáfora ¿Quién se ha robado mi queso? (4) La zona de riesgo (o de expansión) es la zona media donde sentimos que nuestros modelos y nuestras creencias pueden ser amenazados. Si logramos enfrentar esta zona, las consecuencias pueden ser muy beneficiosas. Si logramos convertir la emoción en sentimiento, luego de “filtrarla” por el cerebro racional, esta zona se convierte en una región de entrenamiento y / o de reflexión racional. Podemos optar, apoyados por nuestro lóbulo prefrontal izquierdo, que nos dice lo que queremos escuchar a través de distorsiones cognitivas, por convencernos  de que todo está bien así o, de lo contrario, podemos “animarnos al cambio”.
EL QUIEBRE…
¿Cuándo empezamos? ¿Cuándo declaramos el quiebre?
“Como adultos somos los responsables de despertar las capacidades de nuestros alumnos, así como también de determinar el ritmo, tomando siempre la delantera” (5)
Tomar la delantera…Pero…
¿Es posible iniciar el camino del conocimiento (del  aprendizaje- cambio-crecimiento) sin tener conciencia del no saber…? Ignorando lo que ignoramos, no podremos salir de la primera etapa del aprendizaje, la Incompetencia Inconsciente: no sé que no sé.
Esta es una prueba de que los enemigos del aprendizaje existen y son aquellos que no nos dejan seguir aprendiendo: “esto es obvio”, “esto ya lo sé”, “que me va a enseñar de nuevo esta persona”, “yo siempre lo hice así y no voy a cambiar justo ahora”, “yo no nací para esto”, “no tengo tiempo”, y una lista larga de enemigos del aprendizaje, que mas que enemigos son como compañeros de vida particulares que cada uno de nosotros puede tener. Esta reacción
es lo que llamamos "la conversación de juicios personales". Se produce cuando nos  limitamos a enjuiciar el quiebre pero no nos mueve todavía a hacernos cargo de él. Y allí podríamos quedarnos indefinidamente...
Dice Echeverría que una vez efectuada la declaración de quiebre, lo normal es entrar en una cadena de juicios a través de los cuales interpretamos lo que sucedió y las consecuencias que derivan de ello.
No se trata de convencer, se trata de contagiar y de declararnos en quiebre, declarar nuestra ignorancia, darnos espacio para no saber, cambiar algunos paradigmas limitantes que los docentes podemos tener con respecto a nuestros alumnos, tales como que el cociente intelectual está determinado al nacer o que el nivel de inteligencia es sólo medible a través de las evaluaciones tradicionales… Cuando no sabemos qué acciones realizar para tratar un quiebre, tenemos la posibilidad de iniciar otro tipo de conversación, a la que llamamos "conversación para posibles acciones". Se trata de explorar nuevas acciones posibles, nuevas posibilidades que nos lleven más allá de lo que en el momento logramos discurrir. De este modo, registrando lo que de conocemos y los errores que cometemos, podremos aprender y avanzar hacia la Incompetencia Consciente: sé que no sé. TODOS SOMOS IGUALES EN LA ESCUELA… Como en el cuento: “La escuela de los animales”, la escuela tiende a trabajar sostenida por una ilusión, “todos aprenden de la misma manera y al mismo tiempo”. El mandato fundacional de la escuela está signado por la homogeneización. Pero el mapa no es el territorio.  Cada persona es única, irrepetible, singular y las aulas son espacios donde la heterogeneidad es constitutiva. Sabemos que no hay un único modo de aprender, de jugar, de vincularse con los otros, de internalizar normas y hábitos, de expresar afectos e ideas ¿Por qué se insiste entonces con unificar las formas de enseñar? ¿Para qué emplear diversas actividades que responden al mismo estilo de aprendizaje? Howard Gardner ya postuló su teoría de que los seres humanos somos capaces de conocer el mundo de modos diferentes. A través del lenguaje, del análisis lógico -matemático, de la representación espacial, del pensamiento musical, del uso del cuerpo para resolver los problemas o hacer cosas, de una comprensión de los demás individuos, de una comprensión de nosotros mismos. Así ideó un enfoque educativo para la primera infancia, llamado Project Spectrum, en el cual, los niños están rodeados cada día por
materiales ricos y atrayentes que evocan el uso de una gama de inteligencias. Excelente herramienta para docentes y psicopedagogos. Los sistemas educativos  tradicionales al igualar colocan a los niños en situación de desventaja. Igualdad de oportunidades es tomado como sinónimo de dar a todos lo mismo, en lugar de ofrecer a cada uno lo que necesita, según sus posibilidades de aprendizaje. En lugar de achicar las diferencias y la desigualdad, las aumentamos. “Si el niño no está aprendiendo de la forma en que le estás enseñando, es que no le estás enseñando de la forma en que él  puede aprender” (6) La diversidad es una característica de la conducta y condición humana que se manifiesta en el comportamiento y modo de vida de los individuos y en sus modos y maneras de pensar, circunstancia ésta que se da en todos los niveles evolutivos y en todas las situaciones. Esta diversidad tiene amplia repercusión en las aulas, puesto que en este escenario educativo se dan de forma continua y permanente manifestaciones de la diversidad de los alumnos que la conforman. Los estilos de aprendizaje son las inteligencias aplicadas, puestas a trabajar. Esta teoría nos enseña que todos tenemos distintos estilos de aprendizaje y distintas formas de responder a los desafíos. Todos somos inteligentes sólo que de distintas maneras. De acuerdo a la herencia, a crianza y la influencia del medio todos percibimos y procesamos información de distintos modos. Cada cerebro es único. Lo que los alumnos aprenden (o no) tiene que ver con los estilos de enseñanza seleccionados. Si existen diferentes formas de aprender, entonces se pueden demostrar los aprendizajes de diversos modos: escribiendo un informe, haciendo una maqueta, grabando encuestas, etc. Como también considerar las diferentes funciones de la evaluación: mejorar, monitorear el logro de los objetivos, motivar a los estudiantes, relevar dificultades. ¿Qué otras diferencias es importante conocer? Que los varones y las mujeres procesan el aprendizaje de distinta manera. Si les enseñamos de igual manera limitamos sus verdaderas potencialidades y favorecemos el desinterés, la falta de atención, el desaliento, la frustración. Además, la diferencia de los logros de los varones y las mujeres puede estar directamente relacionada con el género del docente y con un enfoque feminizado del proceso de enseñanza-aprendizaje (evaluaciones, percepción y motivación de ellos en el aula).
LOS INTELIGENTES… ¿Qué significa entonces ser inteligente? Tener respons - habilidad. Habilidad para responder a distintos desafíos. Aunque la responsabilidad para planificar y ofrecer estos desafíos es nuestra, es decir, de los docentes. En primer lugar, nuestro desafío es crear un ambiente resonante, positivo, seguro, cerebro compatible, en el que todos los participantes (alumnos) se motiven, se comprometan y  puedan dar lo mejor de sí y sentir eustrés. Este es un estado de placer, de flujo, sentirse entusiasmado (En Teo: Dios está en mí). La clase de estrés necesaria y favorable para sentirse creativo, para producir un estado de sinergia. Si sentimos eustrés tenemos respuestas (no reacciones) emocionales. Es el estrés positivo que se siente cuando con nuestros recursos podemos responder a los desafíos que se presentan. En cambio, el estrés, se puede definir como la resultante entre las variables de recursos y demanda. Si los desafíos o las exigencias son demandas muy superiores a los recursos con los que se cuentan, seguramente la persona se va a sentir ansiosa e insegura, sufrirá distrés. Los recursos pueden ser internos: experiencias, habilidades, capacidades, creatividad, etc. Y externos: información, tiempo, espacios apropiados, etc. Por otra parte, si los recursos superan a las demandas, o el nivel del desafío es muy pobre para los recursos disponibles, se caerá en la apatía y el aburrimiento. Los desafíos apropiados activan el sistema de recompensa cerebral. Los desafíos percibidos como motivadores activan la producción de dopamina. Este neurotransmisor facilita que el alumno pueda focalizarse en el estímulo y ponga en funcionamiento su ejecutivo central, seleccionando la información a la que quiere prestar atención e inhibiendo los estímulos distractores. Este estadio correspondería al ¡Ah! De la curiosidad, de la percepción, del registro que permite pasar a la acción. En esta instancia, ya el cerebro está produciendo una gran cantidad de adrenalina, que a la vez, estimula la producción de dopamina. Es la etapa ¡Ahá!, se comprende, se asocia, se da significado y se realizan conexiones a nivel neurofisiológico. Una vez que se logra la resolución del desafío, el cerebro produce serotonina, el NT de la serenidad y de la satisfacción. El ¡ha, ha! Del cerebro. A este proceso se le llama efecto DAS: Desafío-Dopamina + Acción-Adrenalina = Serenidad /Satisfacción-Serotonina. Además, si durante el proceso de aprendizaje hubo un fuerte compromiso emocional, o si el estímulo se repitió varias veces en
una forma significativa para el cerebro, se consolidará la red neuronal, y ese aprendizaje permanecerá en la memoria a largo plazo. Si disparamos este proceso en los cerebros de nuestros alumnos ¿Podremos prevenir el downshifting y las reacciones emocionales? Si conocemos esto además podremos evitar la activación de la amígdala cerebral que es el centro de la memoria emocional y que opera desde el cerebro de mamífero ubicado  por debajo del cuerpo calloso y por encima del de reptil. El cerebro de mamífero tiene memoria, por lo tanto aprende, y es el lugar donde se generan las emociones básicas. Aquí se registran y se producen los aprendizajes emocionales. Los llamamos “aprendizajes amigdalinos”. Si el estímulo es placentero, produce conductas de acercamiento; si el estímulo es doloroso o amenazante, hace que lo ataquemos o huyamos de él. ¿Qué puede causar la activación de la amígdala en el aula? Se pueden enumerar muchas razones ( los docentes nos quejamos de las consecuencias): miedo a equivocarse, ansiedad, bullying, desafíos inadecuados, entorno inseguro, desorganizado, consignas u objetivos poco claros. PRESTAR ATENCIÓN… Se "sospecha" acerca de que el "problema" es del alumno. Pero si se insiste en encarar el problema sólo desde uno de sus lados, si sólo se observa a los niños y jóvenes que hoy están en las aulas, se puede comprender entonces por qué no cesa el malestar docente.  ¿Será que no estamos prestando suficiente atención? “ A veces, no prestamos suficiente atención al hecho de que hay muchas áreas en nuestras vidas en las que desarrollamos resistencia al aprendizaje y continuamos realizando acciones ineficaces. Consistentemente cometemos los mismos errores, siguiendo las mismas pautas y enfrentando las mismas dificultades” (7) Una de las dificultades de las que nos quejamos repetidamente los docentes, es el “mal comportamiento” de nuestros alumnos… Pero ¿Qué tal si usamos las muestras de indisciplina para diagnosticar los tipos de inteligencia que poseen? Es necesario que prestemos atención a patrones conductuales: “hacer sociales”, “el que no se queda quieto”, “el que dibuja toda la clase”, “el que hace ruidito con la lapicera”, etc. De esta forma podremos ofrecerles desafíos acordes con sus intereses, y así lograremos motivarlos. También podemos tener en cuenta otros elementos como los canales de representación sensorial: visual, auditivo, kinestésico, olfativo y gustativo. Los canales de representación sensorial son los cuales dan información al cerebro de lo que perciben en el mundo.
Uno de ellos predomina en nosotros, es el sistema preferido de representación sensorial, por eso “cada uno dibuja su propio mapa del territorio que percibe”. Los docentes debemos estar al tanto del sistema de representación líder de cada uno de los alumnos (auditivo, visual y kinestésico), a través de las señales de acceso: loa predicados verbales, las posturas corporales y los movimientos oculares entre otros. El líder resonante y situacional, que tiene en cuenta el potencial natural del cerebro para aprender, crea las condiciones necesarias para favorecer el desarrollo de los procesos cognitivos básicos y las funciones ejecutivas, de un modo no sólo convergente (propio de la escolaridad formal) sino también divergente, propio de los cerebros que utilizan su creatividad y su intuición para encontrar respuestas nuevas a los desafíos de siempre. El desarrollo de procesos cognitivos (atención, percepción, memoria y lenguaje) y funciones ejecutivas (la planificación, la selección de comportamiento, el monitoreo, la flexibilidad, la organización y la inhibición de acción)  está relacionado con la forma de resolver desafíos. El pensamiento vertical, reactivo, convergente analiza para confirmar nuestros modelos mentales. El pensamiento lateral es proactivo, divergente, creativo, holístico, busca alternativas, novedades, sorpresas. En este sentido ¡Cuánto tenemos que aprender de los niños! Y de sus actitudes creativas: la capacidad de asombro, la curiosidad, la actitud de interrogar, la puesta en duda...
APRENDER A APRENDER… Es una competencia ontológica primordial para los individuos y las organizaciones. Habitualmente consideramos que las dificultades para aprender tienen que ver  con trastornos del sistema nervioso o con alteraciones de la psiquis. Sin negar que en algunos casos ocurra así, podemos afirmar que las mayores dificultades que experimentamos en nuestra habilidad de aprender son, paradojalmente aprendidas, aceptadas sin cuestionamientos en forma automática. Entonces caemos en la trampa de las distorsiones cognitivas: polarizaciones, generalizaciones, etiquetas..., la conducta automática que nos conduce a actuar desde una sola perspectiva. Funcionando en automático, me convierto en la víctima o busco culpables, me quejo, me justifico, vivo en estado de no puedo. En cambio, el protagonista también aprendiz se ve como parte del problema, como contribuyente del resultado y de la situación.
Asume responsabilidad. Vive  en estado de yo puedo.
Al trabajar con cualquier creencia limitante, el propósito es pasar de un estado presente a un estado deseado, tener una representación clara del objetivo. Es ahí donde se habrá puesto en marcha el proceso de cambio que impactará de modo coherente entre las tres partes o dominios: emoción, lenguaje, cuerpo.
 PASAR A OTRO NIVEL...
Nuestra experiencia ocurre en diferentes niveles, cada una afectando y siendo afectada por los otros. Según Robert Dilts nuestra estructura cerebral, lenguaje y sistema social conforman jerarquías naturales de niveles de procesos, a los que denominó Niveles de Aprendizaje y Cambio. Cada nivel tiene como función sintetizar, ordenar y dirigir las interacciones en el nivel inmediatamente inferior en cada ámbito: entorno, comportamiento, habilidades, creencias, identidad, misión.
Luego de lo expuesto ¿En qué nivel tendremos que empezar a trabajar como educadores comprometidos con nuestra tarea y con el paradigma elegido?
CÓMO LOGRAR NUESTROS OBJETIVOS Si logramos definir positivamente lo que queremos, y programamos nuestro cerebro, podremos obtener lo que queremos. El primer paso es elegir. Las oportunidades existen cuando son reconocidas como tales.
En el aula tenemos de forma simultánea una serie de individualidades: cada alumno como persona independiente y el grupo. Necesitamos conocer las características del alumnado, así como de cada individualidad. Necesitamos saber cuáles son sus intereses, sus pretensiones y posibilidades para poder motivarlas y potenciar sus habilidades innatas. También necesitamos conocer sus limitaciones para ayudar a superarlas teniendo en cuenta que, muchas de ellas, están sólo en su mente y hay que mostrárselo para que sean superadas.
La mayoría de los docentes tiene alguna noción sobre el "efecto Pygmalión", el fenómeno por el que cuanto mayor sea la expectativa depositada sobre una persona, a menudo niño o
estudiante, mejor rendimiento obtendrá éste. La efectividad del mismo, depende en gran medida de la autoestima del propio "pygmalión". Esto es, el educador que posee una alta autoestima con frecuencia es el más efectivo a la hora de inspirar una autoestima más elevada en sus alumnos, potenciar lo que ya está de modo latente en el alumno, creando en el aula un ambiente más proclive al crecimiento y aprovechamiento de éste, proporcionándole más información, respondiendo con más frecuencia e interés a sus esfuerzos... La autoestima es la percepción que se basa en la experiencia que uno tiene de su relación con el entorno, personas y ambiente que le rodea. Del entorno uno recibe ecos positivos o negativos que determinarán una autoestima alta o baja.
PASO  A PASO…
“La relación entre las neurociencias y la educación puede dar lugar a una transformación de las estrategias educacionales que permitirán diseñar nuevas políticas educativas y programas para la optimización de los aprendizajes” (8)
Sin embargo, es necesario admitir, que este proceso es gradual y depende de nuestra actitud hacia todos y cada uno de los alumnos.
Ese es el primer desafío (el más urgente) para un educador. Crear un entorno resonante, enriquecido, libre de amenazas, seguro, que favorezca el upshifting, cerebro-compatible, para enseñar a todos y cada uno, respetar la individualidad de cada educando, involucrar las emociones de los estudiantes, promover el aprendizaje activo, significativo y que permita elecciones.
 Los aspectos físicos que permiten generar un entorno resonante son: luz, temperatura, agua, disposición de los bancos, música, mensajes afirmativos, orden, materiales, aromas, colores. Además se deben tener en cuenta estos elementos durante el proceso: dar agenda diaria, cubrir todos los dominios y estilos de aprendizaje, las culturas educativas( reproductiva o constructiva), dar consignas adecuadas, desafíos motivadores y significativos, promover la metacognición emocional e intelectual, los anclajes, los mensajes afirmativos, dar feedback apropiado, formular consignas y objetivos claros, respetar períodos atencionales, repetir con novedad, actividades de procesamiento y recreos mentales, las herramientas mentales, los tipos y funciones de la evaluación.
LA MATERIA PRIMA
 Estas sugerencias neuropedagógicas, se desprenden del  conocimiento que tenemos el cerebro, cómo funciona, cómo es la ontogenia del SNC.
“Enseñar sin saber cómo funciona el cerebro es como querer diseñar un guante sin nunca haber visto una mano” (9) El cerebro es nuestra materia prima, es el órgano del aprendizaje. Es la estructura biológica más avanzada de la naturaleza. Puede percibir varios estímulos simultáneamente (percepción multisensorial), sin embargo, le es muy difícil percibir y procesar información a la vez. Es un órgano plástico y flexible. El SNC comprende el encéfalo y la médula espinal, y el SNP, está compuesto por los nervios craneales y raquídeos. El encéfalo, a su vez, está compuesto por el cerebro, el tronco o tallo encefálico y el cerebelo. La neocorteza está conformada por dos hemisferios: el derecho y el izquierdo. Estos están unidos por el cuerpo calloso, un haz de fibras nerviosas que sirve de puente para transmitir información de un hemisferio a otro. La lateralidad es la utilización preferente de un lado del cuerpo sobre el otro. Tiene un componente genético y un componente adaptativo. La predominancia lateral se determina principalmente en función de la lateralización manual, auditiva, pedal y ocular. Existen diferentes tipos: lateralidad contrariada, mixta, integral u homogénea, no integral y cruzada. Esta última puede causar trastornos de aprendizaje, sobre todo cuando la lateralidad manual y la ocular no coinciden. La presencia de las áreas de Broca y Wernicke, en el hemisferio izquierdo, determina una diferencia funcional relevante entre ambos hemicuerpos. Estas áreas son las encargadas de la producción y la comprensión del habla respectivamente. El hemisferio izquierdo es: verbal, analítico, secuencial, lógico, consciente del tiempo, le gustan las rutinas y los hábitos (utiliza modelos mentales). El hemisferio derecho es no verbal, sintético, global, holístico, creativo, intuitivo, se maneja en el aquí y ahora, prefiere las novedades y los cambios (crea modelos mentales). Parece que por sus características son incompatibles, sin embargo, están estrechamente relacionadas entre sí y una involucra a la otra. Lamentablemente la escolaridad formal no tiene en cuenta esta diferenciación, educa para el hemisferio izquierdo y descuida al derecho. Por esta razón muchos alumnos con estilos de aprendizaje holístico son discriminados, fracasan en las escuelas, incluso ellos
mismos llegan a convencerse de que no son inteligentes. Esto es porque no les estamos dando a todos los cerebros la posibilidad de que desarrollen su máximo potencial. Hay dos cisuras importantes en el cerebro: una central, llamada cisura de Rolando y otra lateral, llamada cisura de Silvio, que dividen cada hemisferio en cuatro lóbulos: -El lóbulo frontal está asociado a las funciones mentales superiores (ejecutivas), ya mencionadas. Su maduración culmina después de los 20 años. Teniendo en cuenta esto, es fundamental asistir a los adolescentes en la toma de decisiones, como qué carrera elegir, ya que sus estructuras cerebrales no están aún desarrolladas lo suficientemente para que lo hagan con eficacia. -En el lóbulo temporal, se encuentran el área de Wernicke (hemisferio izquierdo), que decodifica el habla y el hipocampo, que es el banco de la memoria contextual. -En el lóbulo parietal se encuentra el área somatosensorial, asociada a las sensaciones corporales: el tacto, la temperatura, la presión y otras sensaciones somáticas. -El lóbulo occipital, es la zona de procesamiento visual de la corteza. La corteza cerebral es el manto de tejido nervioso que cubre la superficie de los hemisferios (materia gris). Posee áreas funcionales (sensorial, motora, auditiva y visual). Como educadores es importante conocer qué áreas cerebrales estamos activando según el tipo de actividades que les ofrecemos a nuestros alumnos. Cuantas más áreas apelemos, tendremos más posibilidades de estimular la motivación en nuestros alumnos, ya que cada cerebro es único y cada educando tiene su propio estilo de aprendizaje. La neurona es la unidad básica del aprendizaje. Las conexiones entre una neurona y otra se denomina sinapsis y, a través de varias sinapsis, se forman redes neuronales o redes hebbianas (10). La red hebbiana es el soporte neural del aprendizaje, puede construirse, modificarse, eliminarse o potenciarse. Este proceso es posible gracias a la neuroplasticidad cerebral. Nuestro cerebro se modifica constantemente debido a la interacción con el medio. Es la capacidad que tiene el cerebro para reorganizarse, adaptarse y modificarse durante toda la vida… Conclusión Son muchas las respuestas que las neurociencias y la neuropedagogía pueden aportar a los educadores para mejorar la calidad de sus prácticas cotidianas, incluso para respaldarlas. No estoy diciendo que es fácil en el contexto actual y la realidad de las aulas, en las cuales se observan las consecuencias de una política educativa obsoleta.
"Aunque la educación sea reconocida como uno de los medios más aptos para elevar la humanidad, aun se la considera sólo como educación de la mente basada en viejos conceptos, sin pensar en sacar de ella una fuerza renovadora y constructiva”(11) ¿Llegaremos a ver algún día una innovación de los sistemas educativos que incorporen estos aportes? Este  desafío incluye la formación de los futuros docentes. ¿Empezamos?
¡ Yo creo que vale la pena !
NOTAS (1) Párrafo extraído del texto “Cerebrando el Aprendizaje”, de Rosana Fernández Coto. (2) Frase popularizada por Imanuel Kant. (3)Párrafo extraído del texto “Cerebrando el Aprendizaje”, de Rosana Fernández Coto. (4)¿Quién se ha llevado mi queso? Una manera sorprendente de afrontar el cambio en el trabajo y en la vida privada, publicado en 1998, es un libro de motivación escrito por Spencer Johnson en el estilo de una parábola. Describe el cambio en el trabajo y la vida, y cuatro típicas reacciones (resistirse al cambio por miedo a algo peor, aprender a adaptarse cuando se comprende que el cambio puede conducir a algo mejor, detectar pronto el cambio y finalmente apresurarse hacia la acción) al citado cambio con dos ratones, dos "liliputienses", y sus búsquedas de queso. (5) Cita de la Dra. María Montessori. (6) Frase de la Dra. Rita Dunn.
(7) Frase de Julio Olalla y Rafael Echeverría. (8) Frase del Dr. Facundo Manes. (9) Cita de la Dra. Leslie Hart. (10) Llamadas así por el Dr. Donald Hebb . (11) Cita de la Dra. María Montessori
BIBLIOGRAFÍA FINAL
BOVAZZI, Fabiana; FERNÁNDEZ COTO, Rosana; MARCHETTI, Graciela (2012 – 2013): Apuntes de la Consultoría Educativa en Neuroaprendizaje y de PNL. BACHRACH, Estanislao (2012): Agil Mente, Buenos Aires, Sudamericana. FERNÁNDEZ COTO, Rosana; MARCHETTI Graciela (2014): Apuntes del Coaching en Neuropedagogía y del Coaching Ontológico. FERNÁNDEZ COTO, Rosana (2012): Cerebrando el Aprendizaje, Buenos Aires, Bonum. FERNÁNDEZ COTO, Rosana (2013): Cerebrando las Emociones, Buenos Aires, Bonum. GARDNER, Howard (2008): La mente no escolarizada, Buenos Aires, Paidós. MANES, Facundo (2014): Usar el Cerebro, Buenos Aires, Planeta. VIÑAR, Marcelo (2013): La Patologización de la Infancia, Buenos Aires, Noveduc

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